
Las molestias cervicales son un motivo frecuente de consulta médica o fisioterapéutica. Creemos que es importante conocer las causas más frecuentes de las molestias cervicales para prevenirlas mejor.
Aquí encontrará un artículo que explica con más detalle las estructuras anatómicas que conforman el cuello, las cuales pueden verse afectadas por molestias. Por supuesto, también analizaremos sus causas.
Una breve lección de anatomía
El cuello representa la parte superior de la columna vertebral. Esta región está formada por siete vértebras (C1 a C7), separadas entre sí por discos vertebrales. Estos últimos están compuestos principalmente de cartílago. Estos discos son importantes para la movilidad del cuello, pero también para proteger las vértebras de la presión excesiva causada por nuestros hábitos o incluso por golpes. Por supuesto, muchos músculos y ligamentos también aseguran los movimientos del cuello, pero también sirven para estabilizar las vértebras cervicales.
La molestia que afecta a esta región se denomina «cervicalgia». Tanto en la fase aguda como crónica, la molestia cervical puede ser incapacitante y limitar las actividades cotidianas. En la mayoría de los casos, la molestia suele remitir en pocas semanas. Sin embargo, ciertas afecciones pueden ser la causa de molestia cervical crónica, es decir, que la molestia persista más de tres meses o reaparezca en episodios más o menos prolongados.
Las molestias cervicales, dependiendo de las estructuras cervicales afectadas, pueden causar molestias en la parte superior del cuerpo. Podría sufrir dolores de cabeza, molestias en los hombros y la parte superior de la espalda, o incluso en los brazos si la molestia cervical se debe a una lesión en un nervio cervical (neuralgia).
¿Qué causa las molestias en el cuello?
Como prometimos, a continuación abordamos las causas más comunes de molestias en el cuello.
- Traumatismo : Ya sea tras un impacto al practicar deporte o a causa de un accidente de tráfico, los tejidos del cuello pueden verse afectados por este fuerte impacto, por ejemplo, cuando la cabeza se proyecta hacia adelante y luego hacia atrás. Es frecuente que se dañen los ligamentos durante este tipo de impacto, lo que provoca un latigazo cervical.
- Movimientos falsos: Los movimientos en falso, especialmente en caso de caída, también pueden ser causa de lesiones en ligamentos y estructuras cervicales.
- Trabajo sedentario : Las personas con un trabajo sedentario que pasan largas horas sentadas en un escritorio corren el riesgo de adoptar posturas no ergonómicas. Estas provocan contracciones musculares prolongadas, que ejercen una presión significativa sobre las vértebras. Esto suele provocar tensión muscular y rigidez de nuca. Esto también puede ocurrir en trabajos que requieren movimientos repetitivos, como el trabajo en cadenas de montaje.
- Cuello de texto: El uso de teléfonos celulares y otros dispositivos móviles hace que la cabeza se desplace hacia adelante y el cuello se arquee, especialmente al sostener el dispositivo demasiado bajo respecto a los ojos. Esta mala posición ejerce una presión considerable sobre el cuello, lo que puede provocar tensión muscular o incluso el desplazamiento de los discos intervertebrales. Los británicos incluso han denominado a este fenómeno "cuello de texto".
- Malas posturas para dormir : Dormir en malas posiciones puede afectar directamente la salud de la columna vertebral, especialmente la cervical. Es importante que la cabeza esté bien apoyada y evitar posturas que provoquen una rotación excesiva del cuello, especialmente si se está acostado boca abajo.
- Estrés : Los episodios de estrés, cuando son frecuentes y/o prolongados, pueden provocar contracciones musculares importantes en el cuello y provocar tortícolis.